El primero de julio entrará en vigor la ley que prohíbe a los comercios el uso de plásticos de un solo uso. Estamos hablando de la Ley Núm. 51-2022, “Ley para prohibir el expendio y utilización de plásticos de un solo uso en todo local comercial, de venta y distribución autorizada a realizar negocios conforme a las leyes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico».
Lo interesante de todo esto, es que en la ley se define los plásticos de solo uso, los que quieren prohibir son cubiertos, platos, sorbetos, vasos, tazas, contenedores de alimentos hechos de poliestireno expandido para «su consumo inmediato o para llevar algún tipo de alimento sin procesar o procesado».
En otras palabras, esta ley va impactar directamente a los dueños de restaurantes, especialmente a los pequeños. Encareciendo aún más sus costos operacionales, durante una inflación que no da tregua, donde mucha gente decide comer en casa por culpa de los altos precios.
Como el pequeño restaurante no le va a quedar otra que invertir en otras alternativas para vender su comida, alternativas que serán más costosas, el pequeño comerciante, tendrá que subir sus precios y al subir sus precios, se reduce la clientela, clientela reducida, ingreso reducido. Lamentablemente, muchos pequeños restaurantes o food truck cerrarán.
Grandes cadenas de restaurantes pueden aguantar ese impacto, los pequeños restaurantes no. Lo interesante también es, que las botellas de plástico, esas de medio litro, que se compran para beber agua y la gran mayoría terminan en la basura después de un solo uso, esas, no están incluidas en la ley. Tampoco están incluidas las botellas de Coca Cola, o cualquier otra bebida que se venda en botellas de plástico. ¿Porqué?, ¿Acaso, esas no contaminan? o será que ¿incluir esas botellas, les afectaría el bolsillo a las mega tiendas? De verdad que a veces me pregunto, para quienes esos políticos realmente trabajan.
Y así vemos, como el gobierno, una vez más, se lo hace más difícil al que quiere progresar, al que quiere salir de la miseria, quizás con pequeño negocito. Esto quedó más que demostrado durante la plandemia. Cuando las grandes tiendas si podían abrir, pero el chinchorro no.
Yo no estoy en contra de proteger el medio ambiente, y yo creo que la mayoría de los pequeños negocios no lo está pero leyes prohibiendo ciertos artículos, no impiden la contaminación ambiental, sino la educación. Educar a la gente para que no tiren la basura en las calles o las playas, educar a la gente para que reciclen, y los municipios también deben hacer su parte para crear facilidades de reciclaje.
Referencias: https://sutra.oslpr.org/osl/sutra/anejos/138448/ley%2051-2022.pdf