Por: Jorge Franchi, Ph.D.
La teoría económica conocida como supply-side economics (economía de oferta) ha sido objeto de debate y, a menudo, malinterpretada como trickle-down economics (economía de goteo). Esta teoría sostiene que reducir impuestos y eliminar regulaciones puede estimular la inversión y el crecimiento económico. Para comprender su impacto, es esencial examinar su aplicación histórica y el contexto en el que se ha implementado, desde la presidencia de Donald Trump hasta la situación actual bajo Joe Biden y Kamala Harris.
Es importante destacar que, a pesar de las críticas, la economía de oferta ha contribuido a períodos de crecimiento económico robusto en Estados Unidos. Desde la administración de Andrew Mellon hasta las de John F. Kennedy, Ronald Reagan y Donald Trump, estas políticas fomentaron el crecimiento sostenido y la reducción del desempleo. Durante la presidencia de Trump, se aplicaron medidas como recortes fiscales y desregulación que impulsaron un crecimiento notable, beneficiando a diversos grupos demográficos.
Aunque el déficit nacional aumentó durante el mandato de Trump, atribuir dicho incremento únicamente a sus políticas es simplista.
El déficit nacional es resultado de factores económicos y decisiones políticas acumuladas a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la administración de Obama amplió significativamente el gasto en programas como Obamacare y estímulos económicos, respondiendo a desafíos globales que requirieron medidas adicionales de gasto.
Además, durante 12 de los últimos 16 años, el control demócrata sobre el Congreso y la presidencia ha llevado a una expansión continua del gasto en programas gubernamentales, sin recortes significativos en áreas clave. Así, el aumento del déficit no puede atribuirse exclusivamente a las políticas de una sola administración.
La administración de Obama también contribuyó al aumento de la deuda nacional. Aunque la deuda ya era considerable antes de su mandato, se duplicó durante su presidencia, dejando un déficit elevado que complicó la gestión económica posterior. Aunque Trump aplicó políticas de reducción de impuestos para estimular el crecimiento, el déficit ya había sido inflado por años de expansión del gasto y acumulación de deuda.
En contraste, la administración de Biden y Harris ha enfrentado críticas por su manejo del déficit, la deuda y la economía. Las políticas expansivas y el aumento del gasto gubernamental han exacerbado problemas económicos, mientras que la implementación de políticas menos favorables a la economía de oferta ha resultado en una gestión económica cuestionada.
La economía de oferta busca fomentar un entorno económico favorable y su impacto debe evaluarse en un contexto más amplio y equilibrado. Sus resultados han sido documentados históricamente y han demostrado ser efectivos en distintos periodos; por tanto, deben considerarse una opción viable para el crecimiento económico futuro.
En conclusión, para evaluar adecuadamente el impacto de las políticas fiscales y el déficit nacional, es necesario considerar todos los factores que influyen en la economía. El déficit no puede explicarse únicamente por las políticas fiscales de una administración, sin tener en cuenta la acumulación de deuda y las decisiones de gasto de administraciones anteriores.
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Jorge Franchi, Ph.D., es consultor en desarrollo industrial y organizacional, profesor de MBA y asesor para pymes.